La palabra multipotencial aparece cada vez más seguido, pero su sentido no es nuevo. En psicología se usa para describir a quienes muestran aptitudes reales en áreas distintas, casi como si su curiosidad tuviera pasaporte libre para cruzar fronteras disciplinares.
En su versión más extrema se los ha llamado polímatas —personas capaces de alcanzar niveles de maestría en campos muy diversos—. En la historia aparecen como eruditos u “hombres renacentistas”: figuras que no se limitaban a una sola especialidad porque, sinceramente, una sola vida les quedaba corta.
Y sin embargo, hoy quienes hacemos “varias cosas a la vez” seguimos cargando con un estigma conocido: si hacés muchas cosas, seguro no sos bueno en ninguna.
Ese prejuicio se instaló fuerte. Y sí, claro que existe gente dispersa que salta de tarea en tarea sin rumbo. Pero no todos entramos en esa categoría.
Cuando algo nos atrapa, entramos con una intensidad difícil de explicar. Lo exploramos, lo estudiamos, lo trabajamos. Nos volvemos buenos en eso. Y cuando llegamos al punto en que ya no representa un desafío… aparece la curva descendente. La motivación se apaga, empieza la culpa por “abandonar” lo que parecía un camino perfecto, y antes de que podamos procesarlo, otra curiosidad se activa. Algo totalmente distinto, que nos vuelve a encender. (y logra que la culpa desaparezca en tiempo récord, casi como si nunca hubiese existido).
Y ahí vamos: nos metemos, aprendemos, crecemos… y otra vez el bucle.
Si te suena familiar, puede que tengas más en común con la multipotencialidad de lo que pensabas.
¿Qué caracteriza realmente a un multipotencial?
Lo interesante no es la cantidad de cosas que hacemos, sino la razón por la que podemos hacerlo.
Emilie Wapnick —una de las principales voces sobre este tema— habla de los superpoderes de la multipotencialidad. Tres de los más importantes:
#1 Aprendizaje acelerado | Las personas multipotenciales aprendemos rápido. Muy rápido. La capacidad de aprender es nuestro mayor talento, y esto se da porque tenemos una facilidad enorme para detectar patrones, sintetizar información y conectar lo nuevo con lo que ya sabemos.
Nos apasiona subir por la curva de aprendizaje a toda velocidad. El desafío, el descubrimiento y la novedad funcionan como un motor interno.
#2 Síntesis de ideas | Somos especialistas en combinar conceptos que parecen no tener relación. Tomamos piezas de distintas disciplinas y armamos algo nuevo. Eso hace que nuestros proyectos —cuando logramos integrarlos— tengan una mirada poco común: híbrida, creativa, transversal.
#3 Adaptabilidad | Nos reinventamos sin dramatizar. Nos bancamos el “no saber”, el “estar empezando” y hasta lo disfrutamos. Tenemos una facilidad enorme para movernos entre roles, ambientes o temáticas sin perder nuestra esencia.
En esencia, la multipotencialidad no trata de hacer mil cosas, sino de entender el aprendizaje como una forma de vida. Lo que nos mueve no es el resultado, sino el proceso de descubrir, explorar y conectar.
¿Y si no soy multipotencial?
No pasa absolutamente nada. De hecho, probablemente tengas la vida un poco más simple.
Puede que seas:
#1 Especialista | Personas que profundizan en un área, avanzan capa por capa y alcanzan niveles de conocimiento muy altos. Son fundamentales en cualquier equipo y en nuestra sociedad están increíblemente valorados.
#2 | Generalista | Quienes tienen una mirada amplia, pueden coordinar, integrar o gestionar múltiples aspectos de un proyecto sin necesidad de entrar hasta el hueso en cada tema. Muy buscados en marketing, comunicación, diseño, 3D y una larga lista de áreas que necesitan visión panorámica.
Ambos perfiles son necesarios.
Lo ideal —para cualquier empresa, proyecto o equipo— es la mezcla: especialistas que bajan hasta lo más profundo y multipotenciales que conectan los puntos y crean nuevas soluciones desde miradas cruzadas.
Entonces… ¿qué conviene ser?
Lo que seas.
Y lo que seas hoy, no necesariamente será lo que seas mañana.
La clave está en seguir tu propio instinto: si te mueve la profundidad, andá hacia ahí; si te mueve la exploración, seguí investigando.
La multipotencialidad no es mejor ni peor que ningún otro perfil: es una forma distinta de caminar el mundo. Lo mismo vale para los especialistas, los generalistas y todos los híbridos del medio.
Cada quien encuentra su manera de desplegarse.
Y si sos multipotencial —o sospechás que lo sos— este blog existe justamente para acompañarte a construir una vida que le quede cómoda a tu mente curiosa.
Tatiana Letto